26 ene 2009

CONQUISTA EN MEXICO

TIPOLOGIA DE VIVIENDA EN MÉXICO EN ESTA CENTURIA (1500)







Como consecuencia de la conquista española, México se vio envuelto en un sinnúmero de drásticos cambios los cuales, sin lugar a dudas, vinieron a transformar, inevitablemente, el modo de vida de los habitantes del territorio recién colonizado.
Uno de los cambios quizá más significativos fue el del sistema de la tenencia de la tierra, el cual pasó a ser determinado, en su totalidad, por la Corona Española la que, con el propósito de fomentar el poblamiento de su nueva colonia, comenzó a repartir entre sus soldados de más alto rango y entre uno que otro aventurero de la nobleza, mercedes y encomiendas de tierra para el establecimiento de estancias ganaderas y huertas, así como de casas-habitación dichas encomiendas, que al inicio se componían de unas cuantas leguas de terreno, algunos indios y muy contados animales. Estas encomiendas llegaron a convertirse con el tiempo y por medio de la adquisición legal en unos casos y, a través de la apropiación arbitraria en otros, en una poderosa unidad socio-económica que vendría a jugar un papel de suma importancia en la historia rural del México colonial: La Hacienda

Pero en realidad qué fueron las haciendas? La hacienda fue como ya se mencionó, un complejo socio económico auto suficiente en la mayoría de los casos que se encontraba formado por un núcleo poblacional denominado Casco o Casa Grande en la que vivía el hacendado con toda su familia; además existían otras casas más modestas, destinadas al personal de confianza de la hacienda, tales como el administrador (o tenedor de libros), el mayordomo, y algunos capataces. También existía una capilla en la que se ofrecían los servicios religiosos a todos los habitantes de la propiedad. No podían faltar obviamente, las trojes y las eras para el almacenamiento y la molienda de los granos, respectivamente así como los establos para los animales.

Dentro del esquema socio-productivo de la Nueva España existieron principalmente dos tipos de Haciendas: Las de Beneficio y las Agro-ganaderas, siendo las primeras aquellas en las que, por medio del beneficio del azogue (mercurio), se extraía la plata de los minerales (de ahí su nombre). Desde el momento en que se descubrieron los ricos minerales de plata en la intendencia de Guanajuato, comenzó el arribo de ansiosos mineros y, con esto, la proliferación de hermosas y productivas haciendas de Beneficio así como de innumerables propiedades agrícolas y ganaderas siendo estas últimas, a final de cuentas, aquellas en donde se producían todos los artículos de primera necesidad y, por consecuencia, las que abastecían de insumos a las primeras.
Con el transcurso del tiempo, las Haciendas de Beneficio se fueron fraccionando, ante la baja en la producción y la demanda creciente de vivienda, motivo por el que fueron abandonando su principal finalidad y fueron dando origen a determinadas ciudades. Tal es el caso de la ciudad de Guanajuato la cual se fue formando gracias al reparto de los grandes latifundios mineros hasta quedar asentada, casi en su totalidad dentro de los terrenos de las mencionadas haciendas, las cuales fueron dando nombre a los barrios más antiguos de la ciudad, tales como el de San Roque, el de Pardo, y otros.
Durante su época de esplendor, las haciendas de la región guanajuatense llegaron a tener tal prestigio e importancia que, a finales del siglo XVIII, se le llegó a conocer como "El Granero de la Nueva España" y en sus memorias de viaje, Alejandro Von Humboldt las describiría como "las llanuras y campos mejor cultivados de México y hacen recordar a algunos de los campos más atractivos de Francia". Fue por esta misma época cuando Guanajuato llegó a ocupar el segundo lugar en Densidad Poblacional con el 9.4% de los habitantes de todo el Virreinato superado únicamente por el Valle de México.


El sistema hacendario virreinal logró sobrevivir con éxito hasta los primeros años del siglo XX, periodo en el que la inconformidad social se vio canalizada en el movimiento revolucionario de 1910, año que marca la ruptura de toda una era de latifundismo y el inicio de una nueva legislación agraria, la cual traería como consecuencia, el reparto de casi todos los bienes muebles e inmuebles de los, hasta entonces, poderosos hacendados, terminando así con un sistema semifeudal que perduró por más de tres siglos
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Como resultado de este reparto agrario, la mayoría de las haciendas de Guanajuato pasaron a convertirse en propiedades ejidales en las que, muchos de sus habitantes influenciados por odios infundados arremetieron vandálicamente en contra de las "Casas Grandes" de sus antiguos patrones, motivo por el que gran cantidad de estas construcciones se encuentran en muy mal estado físico. En la actualidad, muy pocas de estas haciendas han sido reincorporadas a la vida actual y funcionan como residencias particulares, o bien, como hoteles, e incluso como viviendas comunales (vecindades) pero, la verdad es que la mayoría de ellas, han caído en el olvido y en la indiferencia, razón por la que se encuentran abandonadas y, muchas de ellas, a punto de derrumbarse. Sin embargo, gracias al esfuerzo de algunos de los propietarios de estas haciendas, podemos vislumbrar que se aproximan vientos favorables dentro de las perspectivas futuras de estas históricas y maravillosas edificaciones.

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